Informe de domingo: "Los líderes guaraníes tuvieron un papel muy importante"

Domingo 23 de julio de 2017 | 12:15hs.

“Hay un discurso oficial, pero cada historiador tiene su punto de vista, yo trabajé la batalla de Mbororé, tratando de profundizar el aporte indígena, la mirada guaraní”, sostuvo el investigador y docente Daniel Cantero. Aquella proeza llevada a cabo por los guaraníes junto a los jesuitas ha marcado un antes y un después en la historiografía de la provincia, y la construcción próxima del estado nacional.

 

Al iniciarse los ataques bandeirantes, los líderes guaraníes Ignacio Aviarú y Nicolás Ñeenguirú, tuvieron un papel muy importante, con destacadas actuaciones en combate, logrando el retroceso de los invasores y la posterior salida a las orillas de Río Uruguay.

 

En este punto, “se fortalece la reducción y también debilita a las bandeiras, no completamente porque sigue habiendo expediciones pero se desvían a otras regiones”.

 

El trabajo mancomunado se logró gracias a una alianza entre los nativos y los españoles, que fue más allá del proceso evangelizador. “Ofrecía una perspectiva interesante para los líderes guaraníes porque por un lado, ellos conservaban su liderazgo y por otro lado, no iban a ser esclavizados por los portugueses, toda una serie de ventajas”, indicó Cantero.

 

La importancia de mantener la identidad de las comunidades, lo que precisamente se vio amenazada por los bandeirantes, hizo que sea posible ese trabajo en conjunto para enfrentar estas expediciones provenientes del Brasil.

 

“En un primer momento, las bandeiras atacaban las comunidades no reducidas, a los aborígenes que no habían pasado por la experiencia evangelizadora, después se inicia el ataque también a las reducciones lo que llevó al éxodo del Guayrá y todas esas experiencias previas”.

 

En 1641, se dio un punto de inflexión en la historia jesuítica. Hay una decisión política de los jesuitas y los líderes guaraníes de combatir a los bandeirantes, lo que implicó organizar de manera diferente a los pueblos, lograr un esquema defensivo.
“Para eso se requería entrenamiento militar; Algo muy importante se dio en Misiones, que no se dio en otro lado del orden colonial, y fue la autorización del rey a los nativos a utilizar armas de fuego”.

 

Antonio Ruiz de Montoya, viajó personalmente a España para obtener ese permiso. Sin embargo, cuando se libró la batalla de Mbororé todavía no se había conseguido la autorización, aún así, los guaraníes sí utilizaron armas de fuego que permitió una pequeña ventaja sobre los invasores.

 

Las bandeiras eran expediciones muy organizadas, apoyadas por grandes financieras de Sao Paulo, ciudad donde los consideran héroes e impulsores de las fronteras actuales del Brasil.

 

En frente, estaba una organización de al menos 4.000 hombres, que desarrollaría una batalla de grandes proporciones. “Sorprende primero la cantidad de tropas que participaron y después la duración en el tiempo, ya que duró casi tres días de combate por río y tierra”.

 

Misiones se consolidó como una marca de frontera. A partir de la batalla de Mbororé, Misiones comenzó a tener una sociedad militarizada, porque de ahí se siguió entrenando. Y son las fuerzas militares guaraníes, que van a combatir contra los portugueses en otras zonas de frontera.

 

“Si los guaraníes perdían esa batalla, probablemente se tenía que realizar un repliegue como sucedió en el Guairá y eso dejaría abierta la posterior invasión de los portugueses”, aseguró el historiador.