La carne de cerdo, con mucho futuro en la parrilla argentina

Sábado 2 de septiembre de 2017

El consumo de carne de cerdo viene ganando posiciones y cambiando los hábitos de los argentinos. Según un reciente estudio realizado por la consultora Focus Market con respecto a la industria de la carne porcina en la Argentina, el consumo en el país aumentó un 138,5 por ciento en los últimos 25 años, y de 2011 a 2016 la producción nacional se incrementó en un 76,2 por ciento. Los cambios más evidentes pueden encontrarse en las góndolas de los supermercados o carnicerías. La carne de cerdo se ofrece y se busca por cortes específicos, algo impensado décadas atrás.
Para Sergio Peñalva, gerente de producción primaria de la Cooperativa Frigorífica de Leandro N Alem (Cofra), gran parte del cambio de consumo se debe al trabajo con la tecnología en la producción.
“En 2001 y2002 se vendían básicamente lechones. En ese entonces el consumo estaba muy marcado en animales de bajo peso. Con los años, Cofra, junto a toda la industria en el país, fue consiguiendo que el consumidor cambiara sus hábitos. Así, el producto lechón se fue imponiendo y mostrando todo el potencial. Se llegó a un animal de 110 kilos de peso vivo con un rendimiento de cerca del 80% de carne, muy tierna, de tierneza indiscutible”, destacó.

Agregó que “a diferencia de la carne de vaca, eligiendo un corte de cerdo para la parrilla no se le puede errar en cuanto a la tierneza de la carne. Es ideal para agasajar y complementar un asado”.
Peñalva enfatizó que la tecnología de corte permitió ofrecer mejores productos al consumidor.
“Yo ingresé a la empresa en 2005, y ya en ese entonces la industria del cerdo había avanzado, dando grandes saltos hacia la tecnificación. Fuimos a Brasil a capacitarnos sobre los cortes y allí aprendimos de los cortes como la bondiola, que ellos la consumían mucho. En ese entonces nosotros la vendíamos dentro de un corte que llamábamos cogote. Hoy eso cambió totalmente, la bondiola es muy buscada y es uno de nuestros principales productos. Tener una bondiola en un asado es tener un corte premium”, explicó. Y agregó: “Con el matambrito de cerdo pasa algo similar. Es uno de los primeros cortes en venderse. Hoy en nuestros asados es algo infaltable y un complemento para las picadas”.
Ante el consumo creciente, Peñalva señaló: “El futuro estoy convencido que será muy bueno. Queremos seguir siendo una alternativa para el consumidor. Ya estamos llegando a las provincias de la región y nos reconocen por nuestra calidad. A nivel país, la empresa se destacó por su sistema de integración productiva”.

Casi todo acá

La mayor parte de la producción nacional de carne de cerdo se destina al consumo interno. De las 530.000 toneladas producidas durante el último año, de acuerdo a los datos que se desprenden del informe de Focus Market, aproximadamente 520.000 quedaron en el mercado argentino. En 2016 se exportaron 12.500 toneladas, las cuales representaron US$ 18 millones.
El mayor avance en el consumo interno fue pasar de la mayor compra de chacinados a cortes específicos. Hoy hay cortes de cerdo que compiten en precio con los de carne vacuna y son considerados para un mercado premium.



La producción porcina da empleo directo a 40 mil personas en el país
 Rosario (Télam). El presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Omar Príncipe, criticó la apertura del mercado argentino para la entrada de carne de cerdo proveniente de los Estados Unidos y alertó sobre el riesgo sanitario que conlleva.
"Abrir las importaciones a Estados Unidos genera mucho trabajo, valor agregado y mano de obra pero para Estados Unidos, y nuestra pregunta es quién defiende el trabajo y la producción de los pequeños productores argentinos", afirmó Príncipe, en el marco de una reunión de los ministros de Producción de Santa Fe, Luis Contigiani, y Entre Ríos, Carlos Schepens, con productores porcinos.
El dirigente señaló que "la actividad comprende 40.000 puestos de trabajo directos en Argentina con relación a la producción de chanchos, además de que hay 180 frigoríficos especializados".
Además, recordó que la Argentina es uno de los países con mejor estándar sanitario en producción de cerdo, por lo que "nos llama la atención que importemos carne de cerdo de un país que tiene enfermedades que nosotros no tenemos".
Durante el encuentro, los trabajadores manifestaron su preocupación tras la decisión del gobierno nacional de importar cerdos desde Estados Unidos.
Por su parte, Contigiani adelantó que ya solicitó una audiencia con el ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile, para tratar el tema.
El funcionario precisó: "Nos vamos a reunir con científicos para entender el impacto que esto genera, luego vamos a emitir una decisión" sobre si permiten el ingreso o no del cerdo estadounidense a la región centro.
Contigiani puntualizó que "ante un riesgo sanitario y bajo el principio precautorio de nuestras constituciones provinciales, tenemos la facultad de tomar esa medida".
En tanto, Schepens remarcó que en su provincia "el riesgo es muy grande porque los cerdos están creciendo, pasan la barrera de consumo interno y se necesita exportar, así que desde ya no tenemos ninguna necesidad de importar un virus o perder un estatus sanitario".
Mientras que los productores de porcinos del norte bonaerense pidieron "un mercado interno fortalecido y abastecido por una cadena comercial transparente", y destacaron que "con el actual panorama, los pequeños chacareros están condenados a su desaparición sobre todo en el interior de la provincia".
“La realidad muestra que los productores agrarios somos cada vez menos y los precios de los alimentos van subiendo hasta tornarse inalcanzable para muchos, además el sector porcino está en una situación alarmante",expresaron en un comunicado los productores nucleados en la filial Pergamino de la Federación Agraria Argentina, cuyo presidente es Sebastián Campo.
La Filial señaló que “los productores necesitamos un mercado interno fortalecido y abastecido por una cadena comercial transparente y equitativa, que acerque al productor al consumidor. Ese es el primer paso de una política de arraigo y desarrollo del interior”.
La FAA de Pergamino advirtió que “la intermediación parásita, en este tipo de situaciones, se va fortaleciendo y concentrando al mismo ritmo del aumento de precios”.
En ese marco, los chacareros pergaminenses indicaron que “mientras la presión impositiva sea de la magnitud de la que se tiene en la provincia de Buenos Aires, y que ante las inundaciones los funcionarios sólo se limiten a visitar la zona y acompañar a los afectados moralmente (sepultando la realidad con anuncios de obras futuras) más la imposibilidad de transportar lo que producimos y con insumos muy costosos, es imposible que seamos competitivos”.
“Frente a este panorama, es claro que no se puede exportar con atrasos en infraestructura, impuestos y cargas burocráticas e importar subsidios económicos y sanitarios. De persistir en este camino, los agricultores familiares, los pequeños y medianos productores de porcinos, estamos condenados a la desaparición”, concluyeron.