Trabajan para poner en valor un violín que perteneció a Quiroga

Miércoles 21 de febrero de 2018
Estela Garma, especialista en restauración y museología, trabaja con el violín en San Ignacio.
A 81 años de su muerte, el escritor uruguayo Horacio Quiroga sigue siendo objeto de admiración y estudio. Es que en las últimas horas trascendió que un violín que perteneció al literato está siendo estudiado y puesto en valor en el Laboratorio de Ruinas Jesuíticas, que funciona en San Ignacio dentro del predio de la reducción.
“El instrumento estaba tirado en un depósito, dentro de una caja, en el lugar donde se encuentra la que fue su casa”, comentó a El Territorio Zulma Pittau, responsable de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Museos.
A partir de ese “descubrimiento”, se comenzó a trabajar y a realizar diversas gestiones para la puesta en valor y recuperación de la pieza histórica y de gran valor para la historia cultural de la provincia. 
Es por ello que recientemente se firmó un convenio entre la Subsecretaría de Cultura y la de Gestión Estratégica para la restauración del instrumento, que desde la semana pasada está en manos de la magíster Estela Garma y Andrés Sansoni, quienes serán responsables de frenar el deterioro que presenta.
“El instrumento presenta rajaduras y un quiebre en la tapa posterior”, indicó Pittau, y remarcó que hasta momento pudieron establecer que se trata de una pieza industrial, no casera, como se pensaba. 
Ahora en el laboratorio se buscará saber la marca o procedencia del violín que animó las tertulias quiroguianas bajo las brillantes lunas de verano en San Ignacio, lugar donde vivió y desarrolló su etapa más prolífica con la escritura.
“No es una intervención porque los materiales, en este caso la madera, tienen un envejecimiento propio. Lo que se va a hacer es parar el deterioro que presenta, principalmente por la humedad, con el objetivo final de exhibirlo. Van a ser dos meses de trabajo sobre las maderas y las fisuras que presenta”, remarcó Zulma Pittau, quien desde principios de este año se encuentra colaborando para la puesta en valor de la que fuera casa del escritor de Los perseguidos (1905), Historia de un amor turbio (1908), Cuentos de amor de locura y de muerte (1917), Cuentos de la selva (1918) o El salvaje (1920), entre otros.
Además, la museóloga mostró su felicidad al saber que se está trabajando con este elemento, ya que “son pocas las cosas originales del escritor que todavía se conservan y ésta sin dudas es una de las más valiosas”.
Por otra parte, también develó que lograron recuperar el sello original que Quiroga usó mientras fue juez de paz en San Ignacio. El elemento estaba en manos de una familia que lo repuso a su lugar original, la casa del literato. “Esta semana logramos poner en una vitrina el sello de cuando fue juez. Lo tenían los abuelos de una persona que ahora lo restituyó. Por eso invitamos a quienes tengan objetos originales porque lo conocieron a Quiroga o saben de alguien que conserve piezas de él, que las repongan”, remarcó y contó que se hizo una estampa sobre un papel para que quienes visiten la casa-museo puedan también contemplar el sello y la imagen de éste.
“Estamos en una etapa en la que queremos poner en valor la casa desde distintas perspectivas. Hablamos con el Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones (Iaavim) para hacer un ciclo de cine argentino al menos una vez al mes. Se sabe que Quiroga había propuesto una escuela de cinematografía argentina y con esto, además de rendirle un homenaje, se le da a la ciudad y a la provincia un nuevo espacio para vivir la cultura”, concluyó.
Se espera que en dos meses las labores sobre el instrumento estén concluidas y vuelva a la casa donde acobijó y animó al escritor y su familia en los agobiantes veranos.