La definición se produjo en un intercambio de golpes donde la visita logró arrinconar a un desgastado anfitrión -que había caído por duplicado en el inicio del round-, para definir con izquierdas ampulosas al rostro, quebrando con su resistencia para sentenciar el final.
Y fue en ese instante que Abregú cayó drásticamente al tapiz, lo que provocó el inmediato ingreso de su equipo de trabajo y personas de su entorno, donde una de ellas lanzó golpes de puño - sin éxito- sobre la humanidad del misionero vencedor, quien no respondió la agresión.
Minutos después el tucumano logró recuperarse para el veredicto y todo volvió a la normalidad. En el vestuario, el perdedor expresó que “se pagó caro por la inactividad”.
El misionero es oriundo de San Pedro y tiene 26 años.