Visita de Trump al Papa Francisco: una reunión de menos de 30 minutos

Miércoles 24 de mayo de 2017 | 07:29hs.
El evento marcó el acercamiento entre ambos tras los enfrentamientos sobre políticas migratorias

Duró poco menos de treinta minutos el esperadísimo encuentro a puertas cerradas -junto a intérpretes- entre el Papa y el presidente estadounidense, Donald Trump, en la biblioteca el Palacio Apostólico.

 

Con su predecesor, Barack Obama, con quien tuvo gran sintonía, la audiencia había durado 52 minutos.

 

Según indica el diario La Nación, aunque se espera un comunicado oficial del Vaticano, se especula que los dos líderes -considerados antitéticos-, habrán tenido una agenda de conversación amplia.

 

Al llegar procedente desde Medio Oriente y tras haberse reunido con el presidente israelí, Benjamin Netanyahu y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, la cuestión palestino-israelí y una eventual solución a la misma, deben haber estado sobre la mesa.

 

Pero también Siria, la lucha al terrorismo fundamentalista -tema exacerbado por el terrible atentado en Manchester-, el drama de los migrantes, el cambio climático, la paz mundial y, también, la crisis en Venezuela.

 

En un Vaticano hiper blindado -al que también iban llegando fieles para la audiencia general de los miércoles-, Trump llegó con una imponente caravana de más de 70 coches a la Via della Conciliazione a las 8 y cuarto, mientras un helicóptero revoloteaba en el cielo.

 

Entre los blindados de la caravana había dos coches blindados idénticos, uno de los cuales bautizado “The Beast” -la bestia-, en el que viajaba un doble del presidente estadounidense.

 

La caravana ingresó por la Puerta del Perugino, que queda muy cerca de la residencia de Santa Marta, donde vive el Papa, pasadas las 8.

 

Como indica el protocolo, un pelotón de guardias suizos con alabardas le dio la bienvenida en el Patio de San Damaso.

 

Ni bien salió del auto, acompañando por su tercera mujer, Melania, -vestida de riguroso negro y mantilla, al iugal que su hija-consejera, Ivanka-, el arzobispo Georg Ganswein, prefecto de la Casa Pontificia y secretario privado de Benedicto XVI, papa emérito, le dio la bienvenida.

 

Acto seguido, escoltado por gentilhombres pontificios, Trump y delegación tomaron los ascensores que llevan a la Segunda Loggia.

 

Atravesaron salones espectaculares como el de la Sala Clementina hasta que llegaron al Salón del Tronetto, antesala de la biblioteca papal.

 

Fue allí que el Papa salió al encuentro de Trump, un momento filmado en vivo por el Centro Televisivo del Vaticano e inmortalizado por fotógrafos presentes en un restringido pool.

 

Después de unos segundos juntos para la foto -el Papa con rostro adusto, Trump con sornisa forzada-, los dos líderes, con visiones opuestas del mundo y temas como inmigración, proliferación de armas, clima y demás, ingresaron a la biblioteca.

 

Se sentaron, uno frente al otro, en el mismo escritorio de madera en el que también estuvo Barack Obama en marzo de 2014, hubo otra “photo opportunity”, y los dos se quedaron a solas, junto a sus intérpretes.