El término de belleza más buscado en Google en 2017 es...mascarilla

Sábado 15 de abril de 2017 | 23:00hs.
La mascarillamanía es un hecho.
En todas sus formas, ingredientes y funciones, las mascarillas ya se han convertido en un elemento imprescindible en cualquier rutina de belleza. Los millennials lo confirman.

Google, el oráculo de tendencias del nuevo milenio, ha dictaminado que la palabra que más teclearon los usuarios durante este año ha sido: mascarilla. En todas sus formas, ingredientes y funciones. Las búsquedas han arrojado datos más concretos: lo que más les preocupa a las estadounidenses y a las japonesas es eliminar su acné, y la principal cruzada de las francesas son los puntos negros, según se publica en un informe de la versión española de Vanity Fair.

Pero, ¿cómo ha logrado un tratamiento de belleza que requiere tiempo colarse en una época de absoluta inmediatez? Los millennials consumen su tiempo de otra manera: han nacido con internet y no están acostumbrados (ni dispuestos) a esperar. Las mascarillas que antes había que dejarse durante horas se han convertido en golpes de magia de 15 minutos, que además del efecto rápido prometen resultados insuperables. En Youtube la combinación de palabras 'facial mask'devuelve cerca de un millón de resultados: chicas jóvenes probando todo tipo de fórmulas e intentando desentrañar ante su público si estas fórmulas funcionan o no.

La mascarillamanía es un hecho.Estas son algunas razones que explican el fenómeno.

La piel desnuda es el nuevo maquillaje

Pero lo que en principio podría parecer una tendencia de belleza espontánea, no lo es tanto. En 2015 el diseñador Marc Jacobs se decantó por exhibir a sus modelos sin maquillaje, solo con una crema hidratante. Las caras limpias, iluminadas y tonificadas sin extras eran las protagonistas. Tiene sentido: a fin de cuentas es mucho más complicado conseguir una piel limpia y bien hidratada que un maquillaje espectacular que esconda impurezas e imperfecciones. Un año más tarde la firma neoyorquina Opening Ceremony decidía presentar a las maniquís solo con base de maquillaje y corrector. Algo estaba cambiando: lograr un cutis saludable comenzaba a cotizar al alza.

Así las cosas, en el año 2013  Givenchy contó con el maquillador Pat McGrath para confeccionar unas máscaras de cristal que él mismo definió como “futuristas, techno y africanas”. Los hombres también lucieron un maquillaje similar a una mascarilla, en dos versiones: negra y blanca.  

Dos años más tarde la firma volvía a apostar, en la semana de la moda de Nueva York, por la tez decorada con joyas y tejidos. La diseñadora Adrienne Landau también recurrió a las máscaras (en este caso con elementos metálicos) para presentar su colección de otoño-invierno 2017. Y ese mismo año Ikumi cubrió a sus maniquís con caretas que tenían un ligero toque asiático y distópico. El gusto por las máscaras se remonta al siglo XVI, una época en la que las mujeres de clase alta las lucían para evitar quemarse con el sol.