La Iglesia abrió más de 3.000 informes sobre la dictadura

Viernes 19 de mayo de 2017
Miembros de la CEA dieron a conocer los pormenores de la apertura de los archivos sobre la década del 70.
La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) difundió ayer  el protocolo que deberán seguir víctimas y familiares de desaparecidos para solicitar y consultar los archivos eclesiásticos de los años de la dictadura militar. 
La Iglesia puso de este modo a disposición más de 3.000 documento del período 1976-1983 en poder del Episcopado, la Nunciatura Apostólica en Buenos Aires y la Secretaría de Estado de la Santa Sede. El protocolo para consultar los archivos eclesiásticos de la dictadura militar se definió tras un proceso de desclasificación, ordenamiento y digitalización de la documentación dispuesto por el papa Francisco, en cumplimiento de una promesa que el pontífice argentino le hizo a organizaciones de derechos humanos que por décadas reclamaron su apertura. La Iglesia aseguró que el protocolo se desarrolló “teniendo como premisa el servicio a la verdad, a la justicia y a la paz” entre los argentinos.“Con este protocolo se inicia la posibilidad de consultas y podrán solicitar información: las víctimas, los familiares de los desaparecidos y detenidos y, en caso de eclesiásticos y religiosos, sus respectivos obispos y superiores mayores”, subrayó la CEA en la comunicación. Especificó que “la consulta se realizará sobre el material donde aparece mencionada la persona sobre la cual se busca información”.
El Episcopado informó que las solicitudes de información son recibidas en la sede episcopal de Suipacha 1.032, en el barrio porteño de Retiro, de lunes a viernes de 9 a 17. El 25 de octubre pasado, miembros de la comisión ejecutiva de la CEA anunciaron que se estaban dando los último retoques al protocolo para poner a disposición los archivos de la dictadura.
El vicepresidente primero de la CEA, cardenal Mario Poli, afirmó que la Iglesia “no le tiene miedo” a la apertura de los archivos relacionados con la última dictadura militar. Sostuvo que la decisión de ponerlos a disposición de las víctimas y los familiares de desaparecidos representa “un servicio a la Patria, para la reconciliación de los argentinos”.