Encuentran orugas cachorriños en barrios de Posadas
Sábado 25 de marzo de 2017 | 17:00hs.
En las últimas semanas el área de Animales Venenosos de Salud Pública recibió varias muestras de la oruga conocida como cachorriño o peluche de barrios de Posadas, la oruga tiene un vistoso pelaje y debajo unas cerdas urticantes al menor contacto o roce con la piel.
El jefe del Programa de Animales Venenosos, Roberto Stetson, en conversación con El Territorio relató que los ejemplares fueron aportados por vecinos de Itaembé Miní y de barrios cercanos.
En este punto, el doctor en ciencias e investigador en artrópodos venenosos, señaló que “siempre hubo estas orugas en el sur provincial, las primeras noticias que tuve de esta oruga fue de Candelaria hace muchos años, por eso digo que no es cierto que haya un desplazamiento desde el norte hacia el sur provincial”.
Aunque entendió que ante el avance del hombre sobre las áreas rurales, “sí hay más encuentros entre las orugas y las personas, porque las orugas estuvieron en este territorio antes que el hombre, la diferencia es que no vivían en un jardín doméstico como está pasando ahora”.
Analizó que se debe distinguir la oruga llamada cachorriño de su pariente gatiño.
“No son mortales pero el roce con sus púas es muy doloroso, y para el caso del cachorriño puede generar cuadros de vómitos, de paralización, de escasa visión aunque todos estos signos remiten solos o con tratamiento paliativo que se dan en los hospitales”.
Expresó que un avance que hubo en los últimos años fue la capacitación del personal de salud, médicos y enfermeros. “Hace un tiempo, cuando llegaba una persona que fue rozada por una oruga le colocaban el antídoto para taturana, que no tiene nada que ver con este gusano, hicimos mucha capacitación, falta más pero vamos por buen camino”.
Por último dio tranquilidad, “no tenemos en Posadas una invasión de orugas como pasó en Roca o Jardín hace algunos años, pero para evitar accidentes hay que tomar precauciones y si se va a arreglar el jardin hay que usar guantes y mangas largas”.
El jefe del Programa de Animales Venenosos, Roberto Stetson, en conversación con El Territorio relató que los ejemplares fueron aportados por vecinos de Itaembé Miní y de barrios cercanos.
En este punto, el doctor en ciencias e investigador en artrópodos venenosos, señaló que “siempre hubo estas orugas en el sur provincial, las primeras noticias que tuve de esta oruga fue de Candelaria hace muchos años, por eso digo que no es cierto que haya un desplazamiento desde el norte hacia el sur provincial”.
Aunque entendió que ante el avance del hombre sobre las áreas rurales, “sí hay más encuentros entre las orugas y las personas, porque las orugas estuvieron en este territorio antes que el hombre, la diferencia es que no vivían en un jardín doméstico como está pasando ahora”.
Analizó que se debe distinguir la oruga llamada cachorriño de su pariente gatiño.
“No son mortales pero el roce con sus púas es muy doloroso, y para el caso del cachorriño puede generar cuadros de vómitos, de paralización, de escasa visión aunque todos estos signos remiten solos o con tratamiento paliativo que se dan en los hospitales”.
Expresó que un avance que hubo en los últimos años fue la capacitación del personal de salud, médicos y enfermeros. “Hace un tiempo, cuando llegaba una persona que fue rozada por una oruga le colocaban el antídoto para taturana, que no tiene nada que ver con este gusano, hicimos mucha capacitación, falta más pero vamos por buen camino”.
Por último dio tranquilidad, “no tenemos en Posadas una invasión de orugas como pasó en Roca o Jardín hace algunos años, pero para evitar accidentes hay que tomar precauciones y si se va a arreglar el jardin hay que usar guantes y mangas largas”.
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