La evolución de la especie sigue activa

Domingo 17 de septiembre de 2017 | 04:00hs.
Un estudio encuentra que la selección natural sigue ocurriendo, y que las variantes genéticas vinculadas con el Alzheimer y el tabaquismo se están desvaneciendo.
Unos investigadores informan que han detectado señales de que el ADN humano sigue evolucionando.

"Es una señal sutil, pero encontramos evidencias genéticas de que la selección natural está sucediendo en las poblaciones humanas modernas", afirmó el coautor del estudio, Joseph Pickrell, genetista evolutivo en la Universidad de Columbia y en el Centro del Genoma de Nueva York.

Pickrell y sus colaboradores exploraron los genomas de 60,000 personas de ascendencia europea de California y a 150,000 de Gran Bretaña. Los investigadores observaron señales de mutaciones que se vinculan con unas esperanzas de vida más largas.

Encontraron que una variación genética vinculada con el Alzheimer parece estarse desvaneciendo en las mujeres mayores, quizá porque las mujeres que la portan tienden a morir antes. También encontraron evidencias similares de que una variación genética vinculada con el tabaquismo empedernido en los hombres se está haciendo menos común.

"Quizá los hombres que no portan esas mutaciones nocivas pueden tener más hijos, o los hombres y las mujeres que viven más tiempo pueden ayudar con sus nietos, lo que aumenta sus probabilidades de supervivencia", planteó en un comunicado de prensa de la Columbia la coautora, Molly Przeworski, bióloga evolutiva en la universidad.

También hay evidencias de que las variaciones genéticas vinculadas con la enfermedad cardíaca, el colesterol alto, la obesidad y el asma podrían estar en declive, añadieron los investigadores.

"El ambiente está en cambio constante", dijo el coautor del estudio, Hakhamenesh Mostafavi, estudiante de postgrado en la Columbia. "Un rasgo asociado con una vida más larga en una población ahora quizá ya no sea útil varias generaciones después, o incluso en otras poblaciones de hoy en día".

El estudio aparece en la edición del 5 de septiembre de la revista PLOS Biology.