La vida automatizada

Hace 30 años se podía ver por la tele, o leer en alguna revista, a algún científico contando que en algún momento habría autos que se manejen solos; secretarias robot que hagan la tarea de cuatro o cinco personas al mismo tiempo; o una casa en la que al llegar la temperatura sea la ideal, la música sea la preferida, las luces en un tono adecuado y que los electrodomésticos nos esperen con el café caliente y las medialunas a punto.
Hace apenas diez años, con la llegada de internet a los hogares y a de apoco a los teléfonos de mano, pudimos ver cómo todas esas cosas se probaban, primero, e implementaban después, en lugares lejanos como California, Los Ángeles, Berlín, Moscú, Tokio o Shangai.
Hoy, en el 2015, todo eso ya se está desarrollando en la Argentina, a partir de ideas de argentinos emprendedores que de a poco van a ir llevando esa tecnología a un mercado que estará al alcance de buena parte del público local.

En apenas 30 años pasamos de los pronósticos de un científico americano o japonés en la tele, a un local de electrodomésticos de cualquier lugar de la Argentina en el que se va a poder comprar, en los próximos quince días, un lavarropa con conexión a internet que puede ser manejado desde un celular.
Se trata de un aparato desarrollado en suelo argentino, con piezas y software local, lo que permitirá, entre otras cosas, que tenga un costo acorde al mercado nacional. Será un excelente regalo para el Día de la Madre, según aseguran desde la empresa Drean, que lo pondrá a la venta en estos días.
O también ya existe la posibilidad de instalar un sistema de domótica, en cualquier casa del territorio nacional, para manejar desde donde sea la cerradura de la puerta, las cámaras de seguridad, las luces, las persianas, la tele y el equipo de audio.

Transformar la casa
Transformar tu casa de Posadas, Puerto Iguazú, Montecarlo, Jardín América, Eldorado, Oberá o Puerto Rico, en una casa inteligente, que puede ser manejada a distancia, teniendo una conexión a internet, es una posibilidad y no es necesario salir en busca de equipos importados. Puede hacerse con una firma argentina que desarrolla todo dentro de  nuestras fronteras, y que apunta a que en poco tiempo más, la instalación pueda ser hecha por el propio dueño de casa, sin tener que contratar a ningún experto en electrónica, computación o tecnología.
Todo esto ya es posible hacerlo, pero lo más importante es que estas cosas, como muchas otras que se presentaron durante el fin de semana pasado en la primer ExpointernetLA, se pensaron y desarrollaron en suelo argentino. Y están al alcance del mercado local.

La tecnología, primero en casa
Desde hace algún tiempo, los argentinos con espíritu emprendedor dejaron de salir corriendo de nuestras fronteras, en busca de países que los cobijen y les permitan explotar sus habilidades, muchas veces basadas puramente en conocimientos científicos y otras, obtenidas de forma autodidacta.
Si esto se dio porque las condiciones del país mejoraron para ellos o porque los problemas económicos del mundo hicieron que se recorten los fondos dedicados a este tipo de personas, es materia de otra discusión.
Lo importante de esto es el resultado. Hoy se animan a desarrollar sus ideas en el país y así desarrollan productos de calidad y de vanguardia, que pueden ser colocados en el mercado común al mismo tiempo, o incluso antes, que en otros países.
Basta como ejemplo el auto autocomandado de Google, que llevaba décadas haciendo pruebas en las rutas de California y Nevada. El modelo de auto comandado argentino ya está siendo vendido por pedido especial. La Ciudad de Buenos Aires adquirió los dos primeros modelos desarrollados por la marca Space IA. Y se espera que en los próximos meses esté en mercado el kit que permite automatizar cualquier vehículo. Y cuando se dice cualquier vehículo se habla desde un Falcon 1973 hasta un nanosatélite que va al espacio.
El kit de sensores, computadora y autocomandos que permite esto, está siendo fabricado en la Argentina, más precisamente en un taller de San Isidro, por once argentinos y un estadounidense que se sumó al equipo para colaborar.

De lo cotidiano a lo industrial
El espíritu emprendedor y las ideas para resolver problemas cotidianos de forma sencilla suelen ser el motor con el que empieza a caminar la producción tecnológica. Así comenzó a moverse la idea de un grupo de skaters que con ganas de “darle una vuelta” a la patineta terminaron conectándole un motor a la rueda, que manejado a través de un control remoto permite moverse por las calles de la ciudad.
Esto que empezó como una idea de un grupo de jóvenes argentinos que promedia los 25 años, está a un paso de convertirse en un producto de mercado en la Argentina. Pero no sólo como una patineta, si no como un kit de soluciones para mover objetos a control remoto. Un kit que podría ser puesto en un valija de viajero o en un silla de ruedas, y que con un control a distancia puede ser direccionada por cada usuario.
A estos ejemplos se puede sumar también al equipo de Replikat, que desde la localidad bonaerense de Villa Martelli produce impresoras 3D desde cero. En los talleres de esta empresa, propiedad de un equipo de jóvenes emprendedores, se producen tanto el software como el hardware de las impresoras que funcionan en base a termoplásticos  y que sirven para imprimir desde muñequitos de juguete para la casa hasta prótesis médicas o piezas de prototipo para la línea de producción de una importante marca alemana de autos que las usas en el país.

Lo que viene
Todo esto ya está en desarrollo o en línea de producción en nuestro país. No hace falta viajar al exterior ni para verlo ni para comprarlo. Todo al alcance de la mano, aprovechando los recursos que da la Argentina, tanto en materia científica como en materia de producción. Todo esto ya no es el futuro lejano. Es hoy y es acá.
Las ideas y el desarrollo de los emprendimientos argentinos no es una moda pasajera. Es una nueva línea de producción que se instaló en el país y que empieza a pensar en grande.
Todos los emprendedores mencionados están pensando más allá de los límites del país, pero no para producir, si no para vender. La consigna de todos es producir acá y vender a donde sea. De hecho, varios de los mencionados ya están haciendo negocios con empresas extranjeras que  solicitaron sus productos.
Ellos, son sólo algunos de los emprendedores que se decidieron a ser punta de lanza y a demostrar que desde la Argentina se puede desarrollar tecnología desde cero y producirla para introducirla en cualquier mercado del mundo, manteniendo los más altos estándares de calidad, y con un valor que ademas es competitivo para el mercado interno.
Así, en apenas 30 años pasamos de ver la tecnología como historia lejana, casi de ciencia a ficción, a producirla y comercializarla en suelo argentino. Imaginemos lo que nos espera para los próximos cinco o diez años, período en el que según los tecnólogos, el crecimiento de la tecnología será exponencial y a una velocidad nunca antes vista.
En estos días, Argentina corre con ventaja, el espíritu emprendedor está más vigente que nunca, y abocado al desarrollo tecnológico.



Por Damian Cunale
daricun@hotmail.com