Acorralado por las drogas, un joven de 16 años decidió quitarse la vida

Domingo 19 de abril de 2015 | 08:17hs.
Hospital Samic de Oberá. | Pese a los esfuerzos de los médicos, el joven falleció ayer.

A las 23.26 del viernes, Carmelo (16) escribió un estado de Whatsapp despidiéndose de sus familiares y amigos. “No tengo más ganas de vivir”, fue la frase que dejó grabada. Minutos más tarde, su madre lo encontró colgado de una viga en el fondo de la casa en Oberá.Con ayuda de una hija lograron cortar la soga y luego lo trasladaron al Hospital Samic con un móvil de la Policía.

 

El joven fue atendido de urgencia y quedó internado en terapia intensiva, aunque desde un primer momento los médicos reconocieron que no tenía mayores posibilidades de sobrevida. Falleció ayer, minutos antes de las 17.

 

A pesar del indescriptible dolor por la pérdida de un ser amado, sus familiares se contactaron con este diario para contar los entretelones de una muerte que se pudo haber evitado, si hubieran funcionado los mecanismos de prevención y combate contra las drogas.

 

Es que sus allegados no tienen dudas de que Carmelo quiso suicidarse para escapar del infierno de las adicciones que pesaban sobre él desde hacía alrededor de un año.

 

La familia reside en Villa Kindgreen, un barrio azotado por la venta y consumo de estupefacientes, tal como en reiteradas ocasiones denunciaron desde el Foro de Seguridad y la Comisión Vecinal a través de las páginas de este medio.

 

“Estamos destrozados. Ya es tarde para salvar a Carmelo, pero yo tengo hijos más chiquitos y tenemos que luchar para que no caigan en los vicios. Llegó un punto en que sólo le dejábamos salir para ir al colegio, pero descubrimos que le tiraban la droga por el muro”, comentó la madre.

 

Abatida por el dolor, reclamó mayores acciones para la prevención y denunció que “todos en el barrio saben quiénes venden drogas, y hasta el hijo de un policía está metido en eso. La gente denuncia y llama a la autoridad cuando ve cosas raras, pero tardan horas o directamente no vienen”.

 

Además, también aseguraron que los jóvenes tienen acceso a marihuana, cocaína, pastillas, alcohol y pegamentos.

 

Cercados por las drogas
Carmelo asistía a tercer año de la Escuela Provincial de Comercio N° 1 de esta localidad. Si bien su familia sospecha que hace por lo menos un año empezó a consumir sustancias, fue en febrero último cuando su adicción se hizo evidente.

 

“Un día llegó tan drogado que no podía estar parado. En casa le hablábamos mucho, pero tenía una junta malísima. Le empezamos a poner más límites y ahí empezó con ideas raras, como un día que me mostró una soga con nudo para ahorcarse. Me dijo que los amigos le enseñaron como tenía que hacer…”, detalló una de las hermanas del muchacho antes de quebrarse.

 

Luego de ese episodio, la familia habló mucho con Carmelo, quien les aseguró que se deshizo de la cuerda. “Pero no. Es la misma soga con la que se ahorcó. Tenía todo preparado y se colgó de una viga en el fondo de la casa. Mi mamá vio que salió y no volvía, entonces fue a ver y lo encontró. Habrá estado tres o cuatro minutos colgado, que según los médicos es mucho tiempo porque le faltó oxígeno al cerebro”, explicó en medio de un mar de lágrimas.

 

Luego de descolgar al joven, su familia dio aviso al Comando Radioeléctrico de la Policía, con cuyo móvil fue trasladado al Hospital local, donde se produjo su deceso. “Lo único que pedimos es que alguien haga algo porque las malditas drogas están matando a nuestros chicos y solos no podemos”, subrayó la madre.

 

En la víspera, vecinos y referentes barriales acompañaron a la familia a la espera de una buena noticia de los médicos, pero el milagro no ocurrió. En medio de tanto dolor anticiparon la intención de movilizarse en reclamo de acciones para enfrentar al flagelo de las drogas.

 

Respecto a esta situación, un comerciante reconoció que “la Policía le tira la pelotita a la Justicia y así estamos, a la deriva y en manos de los delincuentes. Están matando a nuestros chicos y lo peor que podemos hacer es quedarnos de brazos cruzados”.

 

Asimismo, recordaron que a mediados de marzo la Comisión Vecinal de Villa Kindgreen tomó las riendas del Club Malvinas Argentinas, ex San Antonio, con la intención de contener a los chicos y jóvenes del barrio, aunque hasta el momento no obtuvieron ningún tipo de colaboración por parte del Estado.