“Pueden matarme pero la misión se cumplió: la refundación de Bolivia”

Domingo 8 de febrero de 2009


Evo Morales proclamó un estado plurinacional y puso en marcha la refundación de Bolivia ayer al promulgar la nueva Constitución con un ritual andino, un desfile militar e indígena ante miles de sus seguidores.
“Esta es la segunda independencia, la verdadera liberación de Bolivia”, gritó Morales al reivindicar los “500 años de resistencia de los indígenas”. “Recoge las aspiraciones más profundas de los sectores abandonados. Protege a todos los bolivianos y no excluye a nadie”, acotó.
Un yatiri, sacerdote aymara,  quemó un feto de llama como ofrenda a la Pachamama para invocar la protección de los dioses andinos a la carta constitucional aprobada con el 61,4% de los votos.
Morales le dijo a sus opositores: “Pueden sacarme del palacio presidencial, pueden matarme, pero la misión está cumplida, la refundación de Bolivia”. Pero cerró su discurso con un llamado a la “reconciliación entre originarios milenarios (indígenas) y originarios contemporáneos (mestizos)”.
La promulgación de la norma se da en medio de un escándalo de presunta corrupción en la estatal petrolera que sacude al país y el llamado a desacato de ganaderos a la decisión del gobierno de estatizar tierras de cinco hacendados, uno de ellos estadounidense.
Una avenida de esta ciudad, una de las más pobres, vecina de La Paz y desde donde se gestaron movimientos en demanda de una reforma constitucional, acogió a miles de seguidores de Morales llegados de varias regiones para la ceremonia. El secretario general de OEA, José Miguel Insulza; el canciller venezolano Nicolás Maduro y la Premio Nobel de la Paz (1992) Rigoberta Menchú, estuvieron entre los invitados.
La nueva Carta Magna incorporó un régimen de autonomías para las regiones; reconoce la justicia comunitaria que tendrá igual rango que la ordinaria; incorpora la segunda vuelta electoral y la reelección inmediata del presidente por una vez y declara a la coca como patrimonio.
El texto no emergió de un pacto nacional por disputas políticas, pero es la primera Carta Magna aprobada por voto popular. “Es una Constitución que a nombre de los excluidos, excluye a otra parte del país y deja de lado su función unificadora”, dijo el ex constituyente opositor Jorge Lazarte. “Hay dos visiones enfrentadas, sólo una recoge la Carta Magna y eso no garantiza su permanencia”, amenazó.
Para el ex vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas, aymará como Morales, “el país quedó fragmentado en 36 naciones indígenas y los que no son indígenas quedan como ciudadanos de segunda categoría dejando de lado el factor de unidad que es la nación boliviana”.
Pero los sectores campesinos, indígenas y masas pobres urbanas entre los que Morales conserva alto apoyo tienen esperanza de un futuro mejor.
Melquíades Molina (28) llegó de una región cocalera en representación de su sindicato: “La Constitución está bien y ojalá mejore la educación de nuestros hijos”.
Tras la vigencia del texto constitucional este país se encamina a una elección nacional el 6 de diciembre con Morales como favorito por el momento ante una oposición fragmentada.


Con lugar para la propiedad privada

  • La nueva Constitución suma a los pueblos indígenas como parte integrante de la Bolivia plurinacional, incorpora autonomías departamentales y de pueblos originarios.
  • Impone la convocatoria de referendos para establecer la autonomía en los departamentos que la rechazaron en la consulta popular del 2 de julio de 2006 (La Paz, Potosí, Oruro, Chuquisaca y Cochabamba).
  • Mantiene la propiedad privada pero incluye la comunitaria, estatal y mixta, y define los recursos naturales como “inalienablemente” del Estado.
  • Establece la libertad religiosa y el respeto a todos los cultos en igualdad de condiciones.
  • Defiende el derecho a la renta universal a la vejez, igualdad de la mujer, el cuidado del medio ambiente, y a la educación, la salud, el trabajo y la vivienda.
  • También establece que la explotación de los hidrocarburos será a través del Estado nacional.
  • Define también que el Estado puede establecer sociedades mixtas con mayoría estatal para la exploración y explotación del petróleo y el gas de las segundas reservas de Sudamérica, luego de las de Venezuela.